Durante el confinamiento por el COVID-19, el home office se ha convertido en una opción con la que muchos trabajadores han podido continuar con sus tareas a pesar de las restricciones. Sin embargo, la comodidad del hogar puede verse comprometida cuando no existen las condiciones ergonómicas adecuadas y se generan malas posturas.
Entre las lesiones más comunes que puede provocar el teletrabajo se destacan: la lumbalgia (dolor en la zona baja de la espalda), la tendinitis de muñeca (provocada por el uso del mouse) y el dolor de cuello (derivado de contracturas por malas posturas). Por suerte, existen ciertos cuidados que se pueden tomar para disminuir estas molestias.
Lo ideal es contar con una silla ergonómica que se acomode a la forma del cuerpo y brinde completo sostén a la espalda. Además, se recomienda que ambas plantas del pie queden apoyadas sobre el suelo, evitando cruzar las piernas para que el peso sea equitativo sobre ambas extremidades.
Si la silla que se usa no cuenta con apoyabrazos, se aconseja que los codos y antebrazos se apoyen en el escritorio para adoptar una postura más relajada. Por el mismo motivo, se recomienda subir la pantalla de la computadora situándola sobre libros o cajas de zapatos para que quede ubicada a la altura de los ojos y no obligue a mirar hacia abajo. Esto facilitará mantener una postura derecha y cómoda durante más tiempo.
Por último, los médicos recuerdan que pasar demasiado tiempo sentado puede favorecer los dolores articulares. Para evitarlos sugieren levantarse de la silla cada 60 minutos y caminar en el lugar para dar movilidad al cuerpo. También es recomendable realizar 150 minutos de actividad física semanales que incluyan estiramientos y caminatas para mantenerse en forma y prevenir dolores.